Las enseñanzas tradicionales chinas del "feng shui" nos ayudan a controlar el flujo por los espacios del chi, es decir, de la energía vital. ¿Por qué nos encontramos mejor en un entorno -sea una casa, un jardín o un paraje- que en otro? La clave está en cómo fluye este chi, que no es nada esotérico, sino algo cuyo efecto se ha observado a lo largo de miles de años. Gracias a los siguientes consejos puedes configurar tu casa para sentirte más cómodo y feliz en ella.
EQUILIBRIO ENTRE LA CALMA Y LA ACTIVIDAD
El yin y el yang, como dos caras de una misma moneda, son las bases del trabajo para armonizar los espacios. Cada espacio debe responder a la energía que se precisa en él. Así, las zonas más yin son aquellas que inducen a la calma, al relax; y las más yang se asocian a la actividad. El objetivo es mantener el equilibrio en todas las estancias.
QUE FLUYA LA ENERGÍA POR TODA LA CASA
La puerta de la casa se considera la zona por donde entra la energía, el chi. El recibidor es la primera estancia que se encuentra y, por ello, evitar el desorden permite que circule en armonía.
Los trayectos más lineales y largos, como un pasillo, son zonas donde el chi fluye con más rapidez. Coloca algún elemento como una planta o un pequeño mueble que ayude a suavizar ese movimiento. Mantener el orden es clave para evitar que se amontonen cosas y se acabe estancando la energía. Al ordenar, se armoniza el espacio y la energía puede circular de forma fácil, sin estancarse.
LA COCINA: EL FUEGO DEL HOGAR
Los fogones simbolizan el elemento fuego, el "alma" de la casa, el "hogar", como considera la tradición, porque es donde se cuece todo lo que nutre: no solo el alimento, también el compartir.
Al ubicar el elemento fuego –los fogones– y el elemento agua –el lavamanos o el frigorífico–, se debe evitar que ambos elementos queden enfrentados. Si están uno al lado del otro, conviene interponer un elemento madera.
0 comments